nuevos comienzos - Una nueva red 5E
Reglas para una nueva convivencia y una nueva red - O mucho mejor aún para una nueva sociedad completa

Páginas con fecha de vencimiento

Otro de los problemas importantes que tiene la red abierta, es que está inundada de basura: sitios web fuera de servicio hace tiempo, perfiles y usuarios falsos por doquier, fake news que se ponen a circular para favorecer intereses particulares, etc. En línea con lo que se estaba discutiendo en el capítulo anterior, es necesario establecer mecanismos para poner freno a ese desorden que, fácilmente, conduce al delito informático. Lo primero que debería implementarse, entonces, es el establecimiento de “fechas de vencimiento” para todas las páginas web que se publiquen. De esta manera, la información que estas proporcionaran siempre estaría vigente y aportaría un valor real a los usuarios. Todo contenido que se publique, al momento de perder actualidad, será ocultado de la vista de los usuarios hasta que sea modificado y aprobado por el filtro correspondiente, o clasificado para disponibilidad de consulta en los sitios apropiados -enciclopedias en línea, bibliotecas o archivos históricos de periódicos, universidades o institutos- pero, en todo caso, se les daría tratamiento de información de archivo para que no indujeran a error a los usuarios. Ahora bien, el hecho de que un usuario no encuentre ningún valor particular en el contenido que ofrece determinada página o si, simplemente, no gusta de ella -como puede ocurrir con las páginas de sexo, por ejemplo- no es razón suficiente para rechazar su entrada en la Red, siempre y cuando ésta mantenga su vigencia y cumpla con los principios generales acordados.

Con una fecha de vencimiento las páginas web se verían obligadas, pues, a trabajar activamente en la calidad y pertinencia de su información. Las búsquedas se optimizarían porque no se organizarían únicamente por palabras clave o según la cantidad de dinero que inviertan para aparecer primero en los buscadores, sino más bien por su actualidad y vigencia. La industria de la información ganaría en dinamismo y en honestidad para con sus consumidores. En la actualidad, si uno busca en Google la palabra “Neoliberalismo”, por ejemplo, el primer vínculo que aparece es a Wikipedia, editada el 11 de abril, pero como se sabe, alimentada por cualquier usuario, no necesariamente un economista o un académico, sino que también podría ser autoría de un estudiante de secundaria. El segundo vínculo es a una página llamada Significados, actualizada el mes pasado -marzo de 2020- pero con un artículo escrito a principios de los años 90’s y, el tercero, a una revista llamada Nueva Sociedad, que nos muestra un artículo publicado en abril de 2009. El texto más robusto es este último, pero evidentemente no aborda ninguno de los desarrollos que ha habido en esa teoría económica en los últimos once años. Es posible que el autor aún piense así y en ello pueda radicar su vigencia, pero en rigor, para seguir estando en el sistema, su artículo debería incluir los links a desarrollos más recientes. Por supuesto, alguien podría objetar que esto se debe a la complejidad de la palabra que elegimos para el ejemplo. Sin embargo, en los actuales motores de búsqueda, el criterio de presentación de la información es igual en todas las categorías excepto en entretenimiento, donde cantantes de moda o YouTubers, por obvias razones, dan acceso en primer lugar a sus más recientes lanzamientos.

El ejemplo anterior también es útil para señalar cómo el trabajo en los filtros -cuando se hace una deliberación o una evaluación- es una actividad de gran responsabilidad, al tiempo que puede resultar interesante, o incluso divertido, porque relaciona personas de diferentes sectores para confluir en el estudio de una situación especial. Los miembros de estos comités son personas con experiencia en cada uno de los temas que, sin embargo, no se repetirán para garantizar así un flujo permanente de nuevas ideas que aporten al problema. Por supuesto, como todo conocimiento, este es acumulativo, de modo que si alguien aporta una buena idea una vez, esta sea susceptible de ser mejorada cada vez que un nuevo comité se reúna y eso, también, conducirá a que todas las personas, al tiempo que trabajan en diferentes casos, se vayan actualizando permanentemente.    

A través de la revisión periódica de las páginas, también se pueden evitar falsificaciones en la Red. Los filtros tecnológicos y humanos, a través de la tecnología blockchain, se encargarán de validar todas las páginas y contenidos que circulen. En el caso de los usuarios, los datos personales deberán actualizarse obligatoriamente cada año. También, con ayuda de esa tecnología, cada persona podrá realizar el procedimiento y determinar si quiere dejar su información en modo visible u oculta para el usuario común. De esta manera también se protegería a las personas evitando que queden rastros suyos en la red que, más adelante, pudieran ser utilizados para cometer fraudes, suplantaciones o, simplemente, para venderles cosas. La información recolectada con esta actualización periódica de datos sería, en cambio, utilizada para la actualización de Perfiles de Usuario que le darían al sistema información vital para la organización de filtros humanos, según se explicó anteriormente.

Darles un vencimiento a las páginas web permitirá, en suma, limpiar la red en beneficio de la transparencia, la agilidad y el derecho a acceder a información de calidad. Esto redundará, también, en la seguridad informática y, como veremos, en mejores posibilidades de organización social para beneficio de toda la humanidad.