nuevos comienzos - Una nueva red 5E
Reglas para una nueva convivencia y una nueva red - O mucho mejor aún para una nueva sociedad completa

Una red limpia

La humanidad necesita una red que juegue, totalmente, a su favor. Sin restricciones ni censuras. Una red libre de verdad, con principios morales universales por encima de religiones, gobiernos e instituciones. Sin agendas ocultas ni segundas intenciones, sin poderes corporativos de ninguna índole, que puedan tomar ventaja de los usuarios. Una red que deje en manos de estos la decisión de a qué contenidos quieren acceder y qué otros prefieren no ver. Una red que no utilice su información personal para volverla en su propia contra o para venderle cosas innecesarias por el puro propósito de movilizar el mercado. La humanidad necesita dejar atrás este tiempo de redes oscuras donde, amparadas por el anonimato, personas inescrupulosas se aprovechen de la gente y pueden actuar con toda libertad. Tal vez parezca una contradicción, pero al tiempo que las personas necesitan más amplitud de decisión, también deben tener claros los límites mínimos de una restricción: en un mundo ideal, nada de lo que se haga en la red puede poner en riesgo la vida o la honra de los demás.  Una cosa es tener multiplicidad de opciones y otra extender una patente de corso a todo el mundo para que haga lo que quiera, por encima de quien quiera.

Volvamos, entonces, a pensar en una alternativa distinta: una Red global que, con el tiempo, llegue a constituir un nuevo sistema para regular la vida social. Con nuevas reglas de funcionamiento para garantizar que haya equidad y transparencia en las cosas que tienen que ver con todos. Para eso, la Red 5E desarrollará sus propios sistemas de organización vinculando a cada uno de los usuarios a los filtros de decisón que tengan lugar, a través de eventos blockchain donde todos tengan que dar su aprobación a cada nueva cosa que se realice en ella. De esta manera, se garantizará que el poder esté distribuido, uniformemente, entre todos los usuarios y que no lo detente una sola persona, gobierno, organización internacional, grupo religioso o compañía. La Red funcionaría con sus propios navegadores y un circuito de servidores repartidos por todo el mundo para que el tráfico que se hagan en ella sea anónimo, legal y seguro.    

Es importante insistir en que una red de estas características, deberá estar por encima de gobiernos e ideologías, de religiones y grupos económicos, de intereses personales e iniciativas particulares. Sabemos que, en muchos sentidos, esto suena como una utopía ya que ¿cómo habríamos de convencer al individualista mundo neoliberal de abandonar sus propios intereses y sacrificarlos en beneficio de toda la humanidad? Sin embargo, la propia realidad nos está mostrando cómo la solidaridad, no el individualismo, es la respuesta a los problemas que aquejan al mundo. Al analizar las cosas más detenidamente, vemos cómo todo esto ya es una realidad en la vida práctica: la crisis del coronavirus está activando redes de solidaridad entre naciones que sirven para que unos y otros superen colectivamente sus deficiencias. Pero no sólo eso. hoy en día utilizamos la red para el contacto virtual en comunidades, el teletrabajo, la enseñanza-aprendizaje, la difusión local de noticias, la denuncia directa de situaciones anómalas, la caridad, etc. La realidad, pues, nos alienta a pensar que este es el camino correcto y que una propuesta de esta naturaleza es posible, en el mediano o corto plazo, en tanto logremos establecer un diálogo global y llegar a unos mínimos acuerdos que se centren en lo esencial y sean lo más claros posible, para que todo el mundo los comprenda y esté de acuerdo en seguirlos.

La Red 5E no le pertenecerá, pues, a nadie. Será de todos y ha de ser un organismo dinámico que funcionará como una herramienta para organizar la sociedad humana. El dinamismo de la Red, se refiere a que sus reglas, aunque sólidas y universales, también podrán mutar y adaptarse a los nuevos requerimientos de los tiempos. Ya que se alimentará con la información de todas las personas -con muy altos estándares de confidencialidad- funcionará como una conciencia colectiva, un archivo gigante de toda la información del mundo cuyas entradas serán validadas, valoradas y renovadas anualmente, para garantizar su pertinencia y actualidad. Su autoridad emanará del todo y no de ninguna de las partes. A pesar de ello no pretende imponer ningún tipo de modelo que pueda calificarse como “comunismo” o “fascismo cibernético”, ya que su poder no estará ligado a autoridades partidistas de ninguna índole. Por supuesto, habrá de tener un momento de iniciación y unas reglas o acuerdos mínimos que serán definidos con ayuda de todos sus miembros. Los datos y detalles de todo el sistema, por seguridad, serán guardados utilizando formas inteligentes de archivo en línea, de manera que no haya un lugar físico de archivo que sea susceptible de fraudes o ataques para causar daño a la Red misma. Nuevos desarrollos tecnológicos, como el Internet de las Cosas -IdC-, ya están implementando sistemas de estas características. Las reglas de la Red no podrán ser cambiadas según ningún capricho particular, ya que todo en ella deberá hacerse por la vía del acuerdo común y la tecnología blockchain. Para adelantar la labor de reorganizar la vida social, contará con personas que trabajarán para ella, a fin de permitir su funcionamiento y, al mismo tiempo, generar valor para el movimiento de su economía. Será un organismo transparente en el que sólo el sistema tendrá acceso a los datos para organizar clusters cuando se presenten pruebas de entrada -toda información nueva en la Red deberá ser validada antes de ser aceptada- o vencimientos -toda página o portal ha de ser revalidado anualmente-. Asimismo, el sistema podrá acceder a la información por razones estadísticas.    

La Red 5E es una red completamente nueva, con navegadores y servidores propios dentro de la estructura de Internet existente. En la actualidad, cuando uno navega en la red abierta, lo que hace es tomar una ruta de acceso que identifica su dirección IP y guarda una huella de todo lo que cada quien hace en la red. 5E constituirá una nueva ruta de acceso a todo un mundo de usuarios trabajando, mancomunadamente, para facilitar la vida de todos. Lo que este proyecto busca es generar un cambio colectivo en la forma como entendemos y utilizamos la Internet, un cambio que traiga beneficios no solo para los usuarios de la Red 5E, sino que pueda promover transformaciones en el mundo “real”. Solo desde una consciencia colectiva, que puede empezar con un pequeño grupo de usuarios y luego seguirá creciendo lentamente, será posible el proceso de empezar a usar la Internet de un modo diferente, menos utilitario y desigual, más a favor de las personas, más altruista. Consideremos por un momento el hecho de que, hoy en día, todos pensamos que esa red hace mucho por nosotros ya que nos está permitiendo funcionar como sociedad, desde lo laboral, lo educativo o el entretenimiento. Imaginemos, ahora, lo que podría hacer por nosotros si la utilizáramos más conscientemente, de un modo no solo comercial, las posibilidades son infinitas.

El contenido que se publique en la Red 5E será, completamente, limpio porque siempre será sometido a varios filtros que verifiquen su autenticidad, su legalidad y su necesidad a la luz de los derechos de todos y de los principios del código moral. Lo será en el sentido de no perjudicar a nadie en su vida o en su dignidad. Para ello, promoverá el uso responsable de las tecnologías de la información y la comunicación de acuerdo con la edad de sus usuarios. Igualmente, deberá definir las categorías correspondientes a infancia, adolescencia, juventud, adultez y madurez, no solo desde una perspectiva biológica, sino también mental utilizando, por ejemplo, los aportes de la Psicología del Desarrollo, entre otras, de modo que pueda organizar en consecuencia sus contenidos. No se trata de una censura, sino de contar con un principio ordenador consensuado según el código. Para garantizar esto, la Red contará con mecanismos de control que se expondrán más adelante y que regulen la información que circula entre los usuarios. El Principio de Neutralidad de la Red garantiza que se trate por igual a todos los proveedores de servicios e informaciones en Internet, sin favorecer a los grandes conglomerados ni a quienes quieran pagar más por privilegiar su información sobre la de sus competidores. De esta manera, los mecanismos de control podrían operar con independencia y garantizarían tanto la calidad de los contenidos como su pertinencia y su vigencia. Antes que prohibir, de lo que se trata es de crear las condiciones necesarias para que toda información sea posible sin que pueda constituir un daño para nadie. Esto es, sencillamente, una organización responsable de los contenidos.